JUANA ESCOBAR
Hola: soy Juanita
Escobar, soy campesina boyacense, nací y crecí como una flor en el campo. Por
mis atributos y dones personales, el destino me convirtió en una mujer útil y
grande de la independencia. Por eso tan pronto como los primeros rayos de la
luz tan promisoria alumbraron mi tranquila y apacible estancia, cuando oí los
primeros rumores de liberación, me transformé de inmediato en patriota activa,
resuelta y abnegada.
Sobre mi aspecto
físico te puedo decir que soy ligeramente morena, más bien trigueña, mi
estatura, ni grande ni pequeña. Ojos
negros, grandes, dulces y serenos como la superficie tranquila de un lago,
soñadores, vivos y profundos, de un intenso fulgor romántico, enmarcados por
cejas negras y tupidas, ribeteados por
largas pestañas naturalmente encrespadas. Mi cabello intensamente negro, es
abundante y siempre dividido en dos trenzas que caen sobre mi espalda. Pero lo
que más me gusta de mi rostro son los hoyuelos que se me formaban al reír, en
cada una de mis mejillas, irradiando bondad y simpatía incomparables.
En los años de la
independencia yo fui comisionada para
servir de espía en los movimientos del general español Barreiro, en los días anteriores a la batalla del
Pantano de Vargas. En algunas ocasiones para ayudar en la campaña libertadora
llevaba mensajes que me aprendía de memoria a la división de retaguardia, en la
cual venia el Libertador. En uno de esos viajes fui capturada por una patrulla
española, me llevaron a presencia de Barreiro, quién me ofreció perdonarme la
vida si le decía el sitio donde se hallaban los patriotas y su número.
Yo no quise decir
nada. Entonces me llevaron a los Corrales de Gámeza, en donde había treinta y siete
llaneros, capturados por las avanzadas enemigas. Barreiro ordenó, que junto a todos fuésemos atados espalda con
espalda. Luego, fuimos atravesados
con lanzas.
Lo cierto es que el
final de mi existencia fue, el día 10 de julio de 1819 y manos cariñosas y
amigas me llevaron al cementerio antiguo de Corrales, que quedaba junto al río, donde
me dieron allí honrosa y cristiana
sepultura.
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martes, 7 de octubre de 2014
JUANITA CUENTA SU HISTORIA
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